En cada lugar de mi mente y cada día que pasa está grabado tu reflejo en lo más profundo de mi alma.
Tus palabras cada noche
inundan todo mi ser
como agua de rocío
en cada amanecer.
Lejos de mí, pero cerca de mi alma lejos de mí, pero cerca del corazón.
Me asomo a la ventana donde solemos vernos tú y yo me asomo porque en ese instante sólo existimos los dos.
Pasamos la noche entera desnudando el corazón. Bajo un manto de estrellas la noche nos protege
silenciando nuestras palabras
para que el viento no se las lleve.
Y entonces sólo tu voz es mía
Y entonces sólo mi voz es tuya
Teniendo como testigos
el firmamento y la luna.
Dándonos la mano
a través de las palabras
dándonos el fuego
a través del corazón
intentando abrazarnos
y transmitirnos nuestro calor.
Y poco a poco la noche
va desnudando lo que sentimos
y aunque el corazón quiere,
no nos lo decimos.
Y así, uno de los dos dice que se marcha dejando al otro ahogando sus palabras, esperando que llegue el siguiente día para que diga, tal vez,
te quiero con valentía..
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